Comencemos por el principio, ¿a qué llamamos crédito? A la capacidad para obtener bienes o servicios antes de pagarlos, en base a la confianza de que la deuda se pagará en el futuro.
¿Cómo funciona el crédito?
Pongamos como ejemplo a María Elena que «da fiado» en su negocio, pero solamente a algunos clientes. Entonces surgen los siguientes interrogantes:– ¿A quiénes sí les fía y a quiénes no?
– ¿Cómo decide a quien darle fiado?
– ¿Qué pasa si fía y no le pagan?
Con la experiencia María Elena va a poder comprobar quiénes son los clientes que cumplen, a los que recompensa con más «fiado», y quiénes son los clientes que no cumplen con el acuerdo, a los que ya no les dará facilidades.
El círculo virtuoso del crédito
En el sistema crediticio existen diversos tipos de perfiles de tomadores de crédito. Estos son:
– Hace buen uso del crédito: Tiene un buen historial y eso le significa beneficios.
– Hace mal uso del crédito: Falla en pagos, arrastra mora y genera pérdida al sistema.
– Sin acceso al crédito formal: No es sujeto de crédito y recurre a los prestamistas informales.
¿Por qué un crédito?
Entre las razones encontramos que el crédito ayuda a las personas a tener una mejor calidad de vida y les da la oportunidad de establecer cuentas financieras formales.Las pequeñas empresas necesitan créditos para hacer crecer sus negocios.
Debemos tener en cuenta que quienes otorgan créditos o préstamos revisan las solicitudes y los informes de crédito de cada pedido para determinar el riesgo financiero.
Esto les ayuda a entender: El posible comportamiento futuro respecto al cumplimiento de la obligación, si pagará en el caso de que le presten dinero, amplíen el crédito, o le proporcionen bienes y servicios.
Los créditos son una buena opción para acceder a bienes o servicios, por ejemplo, y conocer su funcionamiento nos da la ventaja de comprender que a mejor historial crediticio mayores son las posibilidades.